lunes, 26 de octubre de 2009

Por la regeneración democrática en España


Pedro Barquero, plataforma Democracia y Libertad en el PP
Quizás las claves de nuestro déficit democrático habría que buscarlas en los albores de la transición cuando se fraguó el sistema actual basado en primar a los grandes partidos. De aquella época viene el aprobar el sistema de listas cerradas que impedía que los mejores saliesen elegidos y, en cambio, beneficiaba a los patrones que hacían las listas a su antojo.
Fue también entonces cuando un montón de oportunistas entraron en política y dieron en el clavo al presentarse en aquellos partidos que luego gozarían de una gran cantidad de votos.
De esa manera se creó una casta política que aún pervive y que, en una gran proporción, la forman personajes absolutamente mediocres, muchos de ellos sin oficio alguno, que disfrutan aun hoy en día de las mieles del poder. Yo me pregunto que hubiera sido de esos mediocres si no hubiesen vivido la transición. Seguramente hubiesen sido personajes grises que nunca hubiesen saltado a la popularidad.
Esta mediocridad ha propiciado en muchos casos que se corrompiesen y en mucho mas que se aferrasen al poder a costa de lo que fuera. Adicionalmente, ellos, sabedores de su escasa valía, crearon una organización de partidos, alejados de la democracia, de manera que solo los mediocres y fieles ascendiesen, degradando aun más el sistema. El impacto mediático ha hecho, además, que la política se vea mas como un negocio que un servicio a la sociedad. De aquí que se han eliminado las ideologías y solo se buscan los gestos que atraen a una masa de votantes aborregada. Si vemos las grandes propuestas de los partidos en los últimos años (matrimonio gay, defensa del aborto, discriminación positiva, botellódromos para jóvenes, píldora del día después, etc.) observaremos cuan insignificantes han sido si las comparamos con las aspiraciones que se tenían en los albores de la transición ( libertad, democracia, solidaridad, trabajo para todos, etc.).
La falta de democracia interna de los partidos facilita además el desarrollo de los casos de corrupción porque los dirigentes políticos entienden la política no como un servicio a la ciudadanía sino como una forma de supervivencia.
La ciudadanía debería movilizarse en contra del monstruo que se ha creado y que impide en normal desenvolvimiento de la libertad en España.
En el Partido Popular, una serie de militantes y simpatizantes nos hemos agrupado en la corriente Democracia y Libertad en el PP pidiendo la democracia interna en nuestro partido que sea el trampolín para sanear la degradada política española. Y nos apoyamos en la Constitución que exige que los partidos políticos tengan un funcionamiento democrático algo que hoy en día no existe.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Lo que dice el administrador de este blog en esta entrada,es rigurosamente cierto.
La España politica se ha convertido en un nido de corruptos,trincones y mangantes,que el pueblo llano les importa un "carayo" como dicen por la bendita tierra gallega ,que uno de sus fallos fue parir al TONTO( politico) de Rajoy Brey.
Mientras los golfos y mangantes campan a sus anchas por todo nuestro territorio,Valencia,Madrid,Andalucia,Galicia,cataluña y podriamos seguir has ta hartarnos.
Los que gobiernan se pasan a los "MARICOMPLEJINES" de la oposición,asea a los de nuestro Partido,por el forro de sus caprichos,buena prueba de ello fue el ultimo debate en el que el "JOKER" Zapatero, ni siquiera se digno a contestarle al el Balbuceante,Timido,Incompetente y ahora hasta teñido Rajoy Brey.
LOs casos de corrupcion nos acucian a diario,y lo unico que ven a conseguir toda esta banda es que en las proximas convocatorias electorales la gente del pueblo harta ya de estar harta(como dice el maestro Serrat),no acuda a las urnas y la abstención se de escandalo.
Lo unico que nos salvaria es si en los dos grandes Partidos españoles aparecieran politicos de nuevo cuño,politicos qued llegaran a servir y no a servirse,politicos de raza.
Desde esta pagina de LIBERTAD Y DEMOCRACIA,nuestras mas sentidas condolencias a la familia de Sabino Fernandez Campos,un gran hombre que ayer se nos fue para siempre.

Avigdor dijo...

Lo único que hace falta para que haya democracia en España es que los poderes tengan una separación real y que el régimen electoral represente lo que realmente los ciudadanos han votado. Y no ese absurdo sistema d'hont que los demás paises europeos han rechazado hace muchos años y sólo sigue vigente en España por la ignominia de los grandes partidos ante el chantaje nacionalista...

Pocoyo dijo...

Yo creo que para cambiar la Ley Electoral -preconstitucional si usamos la jerga bolchevique- hace falta un consenso enorme. Pero no uno de esos al estilo Rodríguez zETAp. Ese consenso incluiría al PSOE, aunque dudo que un PSOE bolchevizado con el Rodríguez de la Moncloa vaya a pactar semejante cosa. ¡Pero si están lavando la cara a Negrín el agente de Stalin!

Hay que ser realista. Tienen que caer algunos en el PSOE para que eso se pueda hacer. Quizás inlcuso que UPyD tenga que sustituir a ese partido del Rodríguez de la Moncloa, ése de la familia "Monster International".

Pero mientras eso pasa, lo que no puede pasar sin hacerse es el exigir que en nuestro partido haya democracia interna real. Eso implica que declaraciones del tipo de Soraya-Vogue sobre Nebrera, por muy bien o mal que nos caiga esa mujer, de que si alguien se presenta en un proceso interno y pierde, lo mejor que puede hacer es marcharse del partido .... .... pues ese tipo de declaraciones no caben. Los que no pueden continuar en un partido que presume de democrático son quienes dicen semejantes sandeces.

Para muestra un botón: en EEUU, después de competir dirísimamente por el puesto a candidato por el Partido Demócrata a las elecciones presindenciales, a Husseín Obama no se le ha pasado por la cabeza machacar a Clinton-bis. Precisamente porque es mucho más demócrata que nuestra querida Sorayita-Vogue.

Así que podemos y debemos empezar por limpiar nuestro patio. Democracia interna ya y procesos de primarias para la elección de los candidatos. Ni un grotesco proceso rajoyesco más. Ni más declaraciones sorayescas sobre las democráticas alternativas internas.