Camps, el presidente de la Comunidad Valenciana y del PP de esa región, dimite, acosado por el escándalo de los trajes y por la trama Gürtel que ha manchado a varios dirigentes más. Como en el de caso Bárcenas, el que fue tesorero del PP, esta dimisión llega muy tarde, luego que torticeramente se ha esperado a las elecciones autonómicas para tomar esta decisión.
Tantas dudas de Rajoy para hacer dimitir a este sujeto indica que, o bien el candidato a la presidencia del gobierno español es una persona indecisa, o bien que tiene arte y parte en la trama Gürtel. En ambos casos pues, y por este silogismo, Rajoy debería marcharse también.
Y una reflexión más: si estos sujetos corruptos llegan a la cúpula del poder en el PP evidentemente es porque el sistema interno de elecciones falla. Y es evidente, porque no existe democracia interna en el Partido Popular. Muchos honrados y capaces militantes son ninguneados por una secta inmoral que se ha apoderado de la cúpula del partido y se resiste a abandonarlo.
No hay que ir muy lejos para ver que, aquí mismo en Sevilla, hay gente que jamás debería haber ocupado un puesto de responsabilidad en el partido. En cambio ahí los vemos con sueldazos y puestos de relumbrón.
Y es que por este camino el PP se encamina asintóticamente a la PSOE aunque evidentemente nunca podrá llegar al nivel de mangancia del partido socialista que lleva más de cien años robándonos la cartera y haciéndole regates a la Justicia.
Para echarse a llorar y a temblar.
1 comentario:
Bueno, aunque más vale tarde que nunca. Ojalá muchos le imitaran, el primero Bono/Chaves.
Saludos blogueros
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