domingo, 7 de agosto de 2011

El déspota de Pontevedra



No tienen arreglo. En al Ayuntamiento de Sevilla la candidatura del PP estaba llena de los llamados “independientes”. Ahora Rajoy anuncia un gobierno nacional futuro con “independientes”.
El PP es un partido despótico, con democracia interna cero, donde un pequeño grupo hace y deshace a su antojo. Y luego a la hora de gobernar no tienen gente y la buscan fuera.
El problema es que pueden ser en muchos casos personas de poco fiar como ya pasó con algunos cargos policiales del gobierno de Aznar o de aquel ministro de defensa, Serra, un submarino del PSOE.
La cúpula dirigente del PP desprecia a sus militantes, la gente que de verdad trabaja para el partido. Los usa cuando les interesa por lo que muchos se van y a la hora de la verdad el partido crece de suficiente gente valiosa.
Y es que el PP solo es un partido político en apariencia, al igual que la PSOE. Ambos abominan de la democracia.

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