Desde siempre una parte, pienso que pequeña, de las personas de las llamadas “de letras”, rechazan la tecnología y a las personas que trabajan en la misma. Son gente envidiosa porque no entiende el lenguaje de las personas que son expertas en ciencias, les da miedo su ignorancia y pretenden sentirse superiores despreciando a profesionales que, al menos los buenos, piensan que todo el saber puede ser fuente de progreso para la humanidad.
El tecnófobo, por ejemplo Mariano Rajoy, no trata de comprender a ese sector de la población, sino aislarlo para así pensar que no existe. Es curioso pero los tecnólogos si sabemos, en general, apreciar esa “otra cultura”, la de las letras.
Dijo yo que para Don Mariano, Steve Jobs o Sergey Brin son malditos tecnócratas que solo han hechos tonterías como el iPAD o Google. Vuelve el concepto de la España negra que tan bien describió Benito Pérez Galdós, de odio a muerte al ingeniero y vuelta a la charlatanería ancestral. Se ha cubierto Vd. De gloria. Claro que viendo lo que Vd tiene de cuadros directivos en Sevilla lo podemos explicar: es una manera de que los que valen más, los más capacitados, nunca accedan al poder.
Solo hace falta que cuando sea presidente del gobierno nos queme en la hoguera por brujería cual moderno Torquemada. Y si hablamos inglés o cualquier otro idioma pagano pues tortúresenos el antes.
4 comentarios:
Aunque cómo lo mencionas fuera no creo que nadie tan pésimo para cualquier cosa, ya sea tecnocrácia o idiocrácia cómo el tontuco que poco a poco se acerca a su ocaso gubernativo para asentar sus relaes en el Consejo de Estado, lo que supone una burla en toda regla al ciudadano español que tanto ha maltratado.
Un saludazo.
Muy de acuerdo con el artículo. España está plagada de vendepeines que se han metido en política porque no tenían otro sitio donde alojarse.
Se les llena la boca con la palabra "política", como si intrigar en los pasillos de la sede del Partido o en los pasillos de los Ministerios fuera una elevada tarea. Cubren su ignorancia con la grandilocuencia y la verborrea.
Así, con Partidos donde prosperan los chalanes y donde los técnicos brillan por su ausencia, hemos acabado en una Kakistocracia, el gobierno de los peores. Y estamos al borde de la quiebra.
Si además de tecnócrata eres liberal pues entonces vas al infierno seguro
Es que resulta que el técnico dice lo evidente, explica lo que hay tanto si es politicamente correcto como si no. Y los políticos están acostumbrados al si "buana", así salen luego las cosas.
No basta con rodearse de un buen equipo a nivel nacional, hay que cuidar hasta el último escalón de la pirámide. Yo diría que, incluso más, porque existen cargos muy cercanos al ciudadano que son muchas veces decisivos, para bien o para mal.
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