En España no somos conscientes de nuestro atraso en cuanto a que, nuestros usos y maneras democráticos, están muy atrasados respecto a muchos países de Occidente.
Mientras aquí en las elecciones las listas son cerradas y a una vuelta, en otros países más evolucionados se usan listas abiertas y ciertas elecciones son a dos vueltas, evitando el llamado “voto útil”.
Mientras aquí todavía determinados ilusos piensan en el multiculturalismo, en otros países de nuestro entorno piensan que eso ha sido un fracaso porque recibieron inmigración masiva mucho antes que nosotros y lo probaron. Y buscan soluciones para que todos los ciudadanos cumplan con sus deberes y disfruten de sus derechos.
En España se quiere llegar a un estado federal mediante la creación de diecisiete mini estados, muchos de ellos sin ninguna tradición histórica, fruto más de una división administrativa que se hizo principios del siglo XIX. En los países de nuestro entorno hay pocos países con la descentralización nuestra y en los que la hay hace décadas o siglos que se cerró el capítulo de transferencias. Incluso países como Portugal o Italia dijeron hace años “no” al estado de las autonomías. Pensemos en este último país que se unificó en el siglo XIX y nadie se cuestiona ya volver atrás.
Hemos creado un país, con amenazas de secesión, con una Administración my caras, con las libertades muy limitadas y con un sistema democrático que hace aguas por todos lados.
Si leemos muchas veces las declaraciones de los políticos, con abrumadora mayoría defienden la democracia actual, y no se cuestionan cambiarla. Porque ellos son la clase, más bien la casta privilegiada, con sueldos millonarios, jubilaciones de lujo y poder para, en muchos casos enriquecerse ilícitamente. Pero la mayoría de los españoles tienen sueldos bajos, jubilaciones paupérrimas y un futuro poco prometedor sobre todo para los cinco millones de parados.
En España hemos pasado de una dictadura con sindicatos verticales a una democracia degradada también con sindicatos verticales. Hay países donde los sindicatos no son la propiedad de los partidos políticos y gozan de independencia.
En nuestro país fundar una emisora de radio o TV no es libre, teniendo que pasar por una serie de filtros de la administración central o autonómica que impedirá a empresarios no alineados con el poder realizar sus proyectos.
Hace falta un cambio. Y muchos ciudadanos hace tiempo que luchamos por ello. Algunos nos dejamos la piel en algún partido y fuimos ninguneados y maltratados porque buscábamos Democracia y Libertad, porque no queríamos que la política fuera el enchufe permanente de unos inmorales.
Ahora empiezan a surgir algunos movimientos ciudadanos que buscan la regeneración democrática. Tienen poca fuerza pero, poco a poco, irán creciendo. Desde la Plataforma Democracia y Libertad en el PP, donde algunos trabajamos desde hace tiempo por ello, les damos la bienvenida, sean de la ideología que sean, si buscan como nosotros la libertad, la democracia y por lo tanto la prosperidad de España.