Chantaje sentimental centrista

Se rumorea que el Partido Popular ha perdido unos 300.000 militantes, pasando de 700.000 a 400.000. Y digo "se rumorea" porque el partido no da datos oficiales. Realmente muy pocas veces da información relevante, ni siquiera a sus afiliados, incumpliendo lo que dicen los Estatutos continuamente. Si fuera verdad lo que dice Rajoy es que el Comité de Derechos y Garantías es un órgano independiente, ya lo habrían expulsado a él.

El PP jamás publica sus resultados económicos (aquí podíamos preguntar a Eloy Carmona, antiguo gerente del PP de Sevilla, ese que paradójicamente cita lo de “con Luz y Taquígrafos” cuando el siempre estuvo en el lado oscuro de la fuerza), ni informa a la mayoría de sus militantes cuando organiza actos, regala cursos de formación a quien se le antoja sin preguntar ( ¡ay Mario Bilbao, que bajo ha caído!), etc, etc, etc . Ahí tienen a los presidentes de los comités de derechos y garantías nacional y regional, los impresentables Fdez Mañueco y Juan Bueno mirando hacia otro lado y sancionando solo a quien le diga el jefe de manera arbitraria y bananera.

Tampoco va a nombrar de manera democrática a los próximos 500 candidatos a alcaldes en Andalucía, que para eso Arenas, un total antidemocrata los elige a dedo.

Como tampoco este partido organiza congreso que no sean ilegales, prohibiendo que se lean ciertas enmiendas y no publicando los resultados de aquel, ¿verdad JL Sanz?. Tú también tienes tus méritos para haber sido expulsado del PP y en cambio tienes un montón de cargos. Los pucherazos son tan patéticos que en Osuna, el candidado digital, Miguel ángel Arauz,ganó con el 100% de los votos algo no superado ni en Corea del Norte pese a que el PP jamás ha ganado en ese ciudad de Sevilla.

Con estos mimbres de enchufados y mediocres es evidente que le PP no levante muchas ilusiones y baje de expectativas de voto pese a que le PSOE baja a un mas por su desastrosa política económica, consiguiéndose la paradoja que el PP se sitúe por encima del PSOE.

En España hay ahora dos importantes grupos de votantes. El primero que quiere cambiar la Constitución, reconocer el expolio del resto de España por Cataluña, el dominio de un puñado de medios de comunicación, permitir que el castellano se prohíba para determinados usos en determinadas regiones, la rendición frente a ETA y una política de claudicación en el plano internacional y marginal respecto al resto del mundo. Son los llamados progres sean de izquierdas o de la derecha acomplejada llamados centristas.

El segundo grupo, el de los demócratas, peyorativamente, llamados por los anteriores, fachas o extrema derecha son liberales, demócrata cristianos o socialdemócratas que apoyan la Constitución, la defensa del castellano, la igualdad de derechos y deberes de todas las regiones de España, la reducción del enorme gasto de las autonomías, la liquidación de ETA y una política a nivel de igualdad con todos los países relevantes.

Pues bien, Rajoy quiere apelar al amiguismo para que sus huestes vayan a convencer a quienes se han apartado del PP por la política de traición de él mismo. O sea chantaje sentimental: “tápate la nariz y vótame que peores son los otros”.

No les va a servir de nada. En las próximas elecciones los grandes derrotados serán PP y PSOE víctima de su inmoralidad.