Como en el anterior congreso del PSOE, el PP celebró el suyo entre colorines, sonrisas, banderitas y discursos triunfantes. Y los compromisarios cual ovejitas emitieron su voto el el sobre cerrado que les dieron. Resultado: el reyezuelo Rajoy gana y amenaza, mediante su virrey Arenas ávido de honores y riquezas, con apoderarse con sus huestes de las tierras andaluzas, deponiendo al virrey Griñán cuyo mandato está ya en decadencia por la corrupción que ha enriquecido a sus nobles.
Como en la Edad Media en Europa, como en el siglo XXI en Somalia o Afganistán. El poder lo impone una minoría, no lo otorga el pueblo.
Como en la Edad Media en Europa, como en el siglo XXI en Somalia o Afganistán. El poder lo impone una minoría, no lo otorga el pueblo.
¿El pueblo?, ¿pero a quien le importa el pueblo?, se trata de política donde unos pocos se juegan el reparto del poder y el dinero que este conlleva. El resto, los súbditos, están para trabajar y pagar impuestos. Ellos, los políticos, son los señores de la guerra del siglo XXI, la versión afgana en Europa, la casta privilegiada que mira por encima del hombro a los mortales.
¿Hasta cuándo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario