La politización de la Justicia en España

  

El robo de un disco duro del despacho del fiscal del caso Faisán abre una serie de interrogantes

La primera las facilidades que se han dado a los ladrones y la certeza de que estos supieran donde estaba y solo se llevaran dicho disco.

Y no es la primera vez que ocurre un robo de estas características.

No olvidemos que el caso afectaba a la antigua cúpula del Ministerio del Interior con su entonces ministro Rubalcaba, ahora líder de la oposición.

También es muy sospechosa las maniobras desde el entorno judicial para ponerle dificultades al juez y el sospechosísimo silencio impuesto al diputado del PP Gil Lázaro para que no atacara mas al PSOE por ese suceso.

Hemos visto con bastante frecuencia como la Justicia nunca o casi nunca sobrepasa ciertos límites y como en algunos casos saca a los medios de comunicación casos olvidados.

Lo que si sabemos muchos ciudadanos es que muchos presuntos delitos de la casta política acaban en un cajón olvidado, prescriben o declaran inocentes a los mas sospechosos de conocer el delito.

Se trata de obstaculizar la labor judicial y limitar la carrera judicial de los jueces y fiscales no sumisos con los que mandan.

Casos como  la condena del juez Gómez de Liaño por instruir el caso GAL es sintomático. Como lo es la agresión continua a la juez Alaya por investigar los Eres de la Junta Andalucía que le está afectando la salud.

En cambio los servidores de la justicia  sumisos al poder ascienden.

Yo no soy investigador privado ni juez pero todo esto me alimenta la sospecha de que hay un pacto entre los grandes partidos para que los de mas arriba salgan indemnes y las condenas si se producen, lo hagan sobre sus escudero de menor rango. Así Felipe González no fue condenado por el Caso GAL, ni siquiera imputado y si lo fueron un ministro, un secretario de estado y otras personas. Casos como Bankia, CAM, Ibercaja, Caja Castilla La Mancha, Banca Catalana, etc nunca fueron o no están siendo juzgados los culpables de los que consiguieron hundirlas. En cambio un señor que pagó por la cárcel un juicio político y cumplió una condena injusta, se le saca ahora en la prensa por un no sé que de expropiación de unas finca. Todo muy sospechoso.

Tenemos el caos de los ERES en la Junta de Andalucía por el que dos presidentes autonómicos Chaves y Griñán debería haber sido imputados y no lo están, un caso Gürtel donde ni Bárcenas ni nadie está siendo procesados, etc. No nos extrañe que Rubalcaba nunca sea procesado por el caso Faisán.

Y cercano a nosotros tenemos el caso Mercasevilla o el de las facturas falsas. O casos jamás denunciados pero que cuando menos son una inmoralidad: Below, Idea Asesores de Comunicación, etc.

Y es que lo españoles a efectos judiciales no somos iguales ante la ley. Se no multa por cualquier infracción, se nos embarga y se nos lleva a los tribunales por cualquier cosa mínima. Los políticos gozan de su situación de aforados que solo se le permite ser Juzgados por el Tribunal Supremo, órgano politizado donde sus delitos pueden ser exculpados.

Hace falta una reforma profunda de la justicia separándola de una vez de los poderes legislativo y ejecutivo.