en la cárcel del dinero
entre rejas encadená
y tiene por carcelero
el engaño y la maldad"
(El Cabrero-Fandangos)
Érase una vez que se era un país, llamado España, donde las frecuencias de radio se asignaban en virtud de caprichosos argumentos políticos y no en el de la libertad de expresión. Pero llegó un gobernante que, como los de los prósperos países vecinos, comenzó a implantar un nuevo modelo de radio. Dos eran las premisas:
Ahora vemos como echando de una emisora de radio (Cope) a un famoso periodista (FJL), este tendrá muchos problemas en encontrar una radio con cobertura nacional donde seguir hablando a sus oyentes. Porque el PSOE ha impedido la libertad de expresión en las ondas con el apoyo mudo del PP que en los temas audiovisuales (DAB, FM, TDT, etc.) en multitud de casos guarda un sospechoso silencio.
Y colorín, colorado,...
Érase una vez que se era un país, llamado España, donde las frecuencias de radio se asignaban en virtud de caprichosos argumentos políticos y no en el de la libertad de expresión. Pero llegó un gobernante que, como los de los prósperos países vecinos, comenzó a implantar un nuevo modelo de radio. Dos eran las premisas:
- La primera era conseguir una calidad de audio como la de un CD usando técnicas de digitalización de la señal obteniendo un sonido con cero ruido y unas prestaciones hasta ahora desconocidas (mayor número de canales, guía electrónica de programas, información alfanumérica diversa, sintonización automática para cada cadena independientemente del territorio, etc.). En el futuro, las bandas de radio AM y FM desparecerían como las bandas de televisión analógica lo harán en 2010 al implantarse la TDT ( Televisión Digital Terrestre).
- La segunda era un principio de igualdad de oportunidades: habría mas cadenas, debido a una optimización del espectro radioeléctrico, y todas tendrían la misma cobertura en su región ( nacional, regional o local) con los mismos parámetros de calidad al usarse un ente nacional para ubicar y mantener los postes repetidores, acabando pues con la discriminación actual. Hablando en plata: Onda Cero y la Cope tendrían una cobertura nacional del 100% al igual que la Ser y además habría hasta un total de dieciocho cadenas nacionales, sumándose a las anteriores, Intereconomía, el Mundo, El País, SDRT, etc. Las emisoras regionales y locales estarían en idéntica situación.
Ahora vemos como echando de una emisora de radio (Cope) a un famoso periodista (FJL), este tendrá muchos problemas en encontrar una radio con cobertura nacional donde seguir hablando a sus oyentes. Porque el PSOE ha impedido la libertad de expresión en las ondas con el apoyo mudo del PP que en los temas audiovisuales (DAB, FM, TDT, etc.) en multitud de casos guarda un sospechoso silencio.
Y colorín, colorado,...
1 comentario:
Desconocía esto que cuentas de la radio digital DAB.
Con respecto a Losantos,hay distintas versiones y valoraciones de los hechos, aunque menos que intereses. Intereses políticos, empresariales, económicos, ideológicos..., coincidentes en ciertos aspectos y divergentes, o radicalmente opuestos en otros.
La libertad de expresión, la libertad de pensamiento, la libertad de información, que tanto ansían acotar -más allá de los límites legales- los políticos , son sagradas, por representar una protección y una garantía frente al Estado o cualquier institución.
Si la fractura COPE-Losantos se produjera, y si respondiera únicamente a presiones internas, externas, o a ambas, resultaría un daño irreparable, uno más, a esas tres libertades anteriores.
Muchos desean fervientemente que se ejemplifique, condenando al silencio las voces que dicen lo que resulta difícil de digerir. Muchos aborrecen a personas como Federico, que, aunque alguna vez se ha podido equivocar o exceder (como cualquiera), representa -junto a algún otro- una independencia casi absoluta y, en cualquier caso, la coherencia de pensamiento. Pero esto no se limita a Losantos, nos afecta a todos.
No sabemos la historia al completo, se nos priva de datos, seguro, y eso no hace ningún bien, pues las interpretaciones pueden ser erróneas.
COPE puede finalmente decidir lo que sea, y asumir las consecuencias de su decisión. Losantos puede decidir lo que estime oportuno, y asumir las consecuencias de su decisión.
Que COPE haya optado por someterse a ciertas presiones y que sea ésa la razón única de esta movida se verá con el tiempo, analizando su línea editorial e informativa. Creo que hay algo más. Y también creo que ambas partes son capaces de llegar a un acuerdo, porque son conscientes de que los beneficiarios de esta ruptura serían, precisamente, los que en bloque los han estado atacando sin cuartel. Y conscientes de que los perjudicados seríamos todos los que deseamos ejercer sin más límites que el legal y el ético (no el que quieran imponer desde la política) cualquiera de las tres libertades citadas.
Por eso espero y deseo que se apacigüen las aguas y solventen el conflicto.
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