COPE: La traición

Cuando la invasión francesa en un pueblo de Andalucía, próximas las tropas napoleónicas, se desató una polémica sobre como recibirlos. Era un pueblo pequeño y pobre, insignificante donde el alcalde propuso la rendición. Total, ya muchas grandes ciudades habían claudicado y rendido pleitesía al invasor y habían recibido a su ejército con vítores. En mi pueblo un humilde campesino apeló a ser consecuente con las ideas y convenció a los vecinos en la resistencia, algo que se hizo frente a las sorprendidas tropas francesas que huyeron en estampida dejando un reguero de bajas. La reacción de los franceses fue brutal y a los pocos días enviaron mas soldados que vecinos había en el pueblo, quedando este totalmente destruido. Algunos huyeron y siguieron como resistencia en las montañas Luego durante años mi pueblo pagó en especies ( cosechas, ganado y dinero) el no haber renunciado a su dignidad, mientras en la capital y en pueblos aledaños, muchos oportunistas cuya ideología era solo el dinero, alababan a los invasores. A la postre fue la firmeza de unos hombres pobres pero íntegros al que triunfó frente a la prepotencia de otros sobrados de medios pero carentes de ideas nobles.

Y es que desde siempre ha habido un tipo de gente oportunista que se ha dedicado a aplaudir al que manda con el fin de conseguir réditos personales prometiendo “adhesiones inquebrantables” como las que manifestaban al dictador Franco y que luego desaparecieron a la muerte de aquel. Se dice que la historia se repite y es verdad. Por alcanzar el poder, Mariano Rajoy, el presidente del Partido Popular a renunciado a la ideología de derechas, a la democracia interna del partido mediante vergonzosos pucherazos, ha traicionado a sus militantes defendiendo ideas contrarías a ellos como ha pasado con el olvido del 11 M, no plantando cara a la destrucción de nuestra Constitución y haciendo ignominiosos tratos con el PSOE.

La última traición de Rajoy ha sido influir para que el periodista que más ha hecho por la derecha española y por la defensa de la Constitución y las libertades, Federico Jiménez Losantos, fuese expulsado de la COPE.

Tratar de silenciar a un periodista que siempre ha sido honrado y que ha defendido la libertad como nadie, incluso con su sangre, se le volverá contra él. Porque no ha querido silenciar a Losantos sino a sus miles de oyentes y eso, a tenor de cómo está hoy día la tecnología no lo va a poder conseguir jamás.

Como en otros momentos de la historia, la integridad vencerá a la prepotencia y la honradez al oportunismo. Que tiemblen los poderosos ante un puñado de españoles que NO VAMOS A RENUNCIAR NUNCA A LA LIBERTAD. Y vamos a hacer lo indecible para echar de la política a tantos aprovechados, granujas y fascistas que de ella, y de manera poco honrada, viven.

En 1810 fue el hijo de un campesino, en 2009 el de un zapatero. La historia, con diferentes medios, se repite.