The Reader (El Lector)

Me impresionó la película The Reader ( El Lector). A mi me gusta verla en el idioma original para no perder nada de lo que quiere transmitir el director pero esta, además de mensaje, tiene un excelente inglés. En esta película se plantea si las desgracias que sufre un pueblo se deben únicamente a los autores directos de aquella o también tienen responsabilidad el pueblo por omisión e incluso por complacencia.

En España, por mor de un atentado terrorista, parte de la población, asustada y dejándose engañar por ciertos medios interesados, votó a un presidente, Zapatero, listo pero fanático e ignorante. Aquel ensoberbecido después de una reelección, proyecta su carácter mesiánico al estilo de los viejos dictadores bananeros y africanos, llevando a España a la absoluta ruina y destrucción.

En una democracia esto se podría parar y de hecho se intentó hasta que, en la segunda legislatura del sátrapa, el jefe de la oposición. Rajoy; cambió el discurso, ignorando el programa electoral por el que le habían votado y dando la espalda aquellas heridas jamás cerradas porque nunca se hizo justicia como el 11M. El déspota pontevedrés reformó un partido con modos y aires dictatoriales anulando la democracia interna y eliminando cualquier discrepancia. El resultado es un partido con una clase dirigente compuesto por gente de medio pelo, obediente al jefe y que la incapacita para hacer oposición ya que su única mete es vivir de la política, unos o incuso enriquecerse de ella.

La falta de democracia en un país impide que aquel prospere y en un partido que realmente ejerza como tal. A la postre todo esto lleva a la corrupción.

Con un gobierno entre las cuerdas tenemos a una oposición corrupta que trata de ocultar sus trapos sucios a la sociedad. La protección descarada, por parte del PP, a personajes que han sido llamada por la justicia como Bárcenas o Camps nos llena de indignación a todos los militantes honrados. Mientras tanto el PSOE administra gota a gota el caso Gürtel. Le interesa que dure al menos hasta las elecciones generales y que se presente de nuevo Rajoy, una especie de político felón, muy parecido a Fernando VI, el que después de tomar el poder traicionó a su progenitor y a su pueblo.

Aquí en el “virreinato” de Andalucía tenemos a un gobierno corrupto, al que un PP inane y poco íntegro le hace una oposición blandita y rastrera. El último baldón ha sido el de la querella que ha puesto Arenas contra Chaves sabiendo que la justicia tardará al menos un quinquenio en celebrar el juicio, además de no denunciar a la hija Paula Chaves, inexplicable letrada por su inexperiencia, en alguna gran empresa andaluza. No es difícil adivinar el pacto bajo la mesa camilla de los viejos dinosaurios Arenas y Chaves a los que ambos les importa un pimiento nuestra tierra y solo aspiran a seguir mandando y llenarse el bolsillo.

Volviendo a la película The Reader, la culpa de los males de Andalucía la tienen los andaluces por votar y aguantar a estos impresentables. Y en primer término la tenemos los militantes por no echar a la calle a esta gentuza indigna.